• Energía: se utiliza para generar fuerza motriz y, principalmente, en la operación de endurecimiento del recubrimiento
• La emisiones de compuestos orgánicos están controladas rigurosamente en el proceso de lacado en continuo y prácticamente se han eliminado. En muchos casos, es el principal factor que lleva a las pequeñas empresas de transformación a abandonar el lacado en fin de proceso y trabajar más bien con metal recubierto.
• Agua: se utiliza en las etapas de limpieza y tratamiento previo, y para enfriar el producto. En la mayor parte de las líneas modernas se utiliza un sistema de cascada que reduce al mínimo el consumo y la descarga de agua.
• La continuidad del proceso y la eficiencia de la aplicación con rodillos reducen de una forma muy importante los residuos y eliminan prácticamente el desperdicio de pintura (todo desecho se reutiliza en la preparación de nuevos acabados).

Algunos recubrimientos tienen componentes nocivos, pero la industria del lacado en continuo mejora continuamente sus productos para eliminarlos. Muy pocos recubrimientos contienen metales pesados o disolventes peligrosos. Progresivamente se han eliminado los plastificantes de ftalato, una sustancia considerada como alterador endocrino.